La historia se repite parte 2

Pasaron cosas maravillosas en el primer año, su amor era tan puro, tan especial, me hacía sentir que nada podía con nosotros y realmente me lo creí, sus palabras llegaban a mi corazón, hacían que llegara a las nubes y me encantaba estar allí arriba.

La escuela estaba a punto de terminar, sabíamos que a partir de aquí iba a ser difícil porque ambos íbamos a tomar diferentes direcciones, ambos iríamos a distintas universidades y mi miedo porque él conociera a alguien más me mataba.

No me equivoque, nos graduamos con honores del bachillerato, recuerdo que no fue mi mejor noche, porque siendo atrevida le plante un beso enfrente de mis papas y creo que el daba gracias a Dios porque sus papas no estuvieran cerca para ver el semejante error que yo había cometido, tuve que tragarme mis lágrimas y respirar profundo porque el rechazo y su indiferencia del beso que pensé sería el más romántico, se convirtió en el momento más doloroso de mi vida.

A partir de esa despedida no estábamos seguros cuando nos volveríamos a ver, el pequeño detalle de tan dolorosa relación es que sus papas jamás me conocieron como la novia de su hijo. Por años siempre espere que me diera un lugar, un lugar digno de poder sentirme su novia, su chica, la niña que tanto decía amar, años y años desperdiciados, siempre justificando sus acciones, siempre tratando de callar lo que sentía, me cegué tanto con su encanto que me olvide de mí, de luchar por lo que merecía y era justo.

Su primer trabajo, las peleas habían aumentado, mis celos no paraban y la relación parecía que llegaba a su fin. Y como cualquier chico empezó a relacionarse, empezó hacer amigos y los más irónico de esta vida es que la mayoría eran mujeres, callaba y yo no soportaba su manera de ser, siempre me sentí una completa idiota, pero yo me convertí en una del montón, entonces allí comprendí que los buenos momentos se habían esfumado y que si alguna vez me había amado hoy eso ya no lo sentía.

Sus enojos, mis enojos, tanto dolor no podía seguir soportando.

Pero se avecinaba una peor pesadilla, la universidad, las redes sociales iban a tumbar la relación que por años había cuidado, el infierno estaba cerca.