Un milagro.
Sí, allí estaba ella esperando un milagro, otro de los tantos que Dios le
había concedido. Se lanzó, arriesgo todo lo que tenía y lo único que le quedaba
era esperar, ¡Dios! una espera desesperante, las horas y los días se hacían
cada vez más largos.
¿Qué le diría? ¿La odiaría? ¿Le diría que eso iba a ser todo? ¿Qué él ya
había comenzado otra historia? ¿Qué ya no sentía lo mismo por ella? ¿Qué el
amor había terminado?
Tanta culpa y tanta nostalgia la invadían, su vida había cambiado, Dios la
estaba transformando, su pensamiento, su corazón todo eso cambio y ella sentía
que un huracán había entrado en su vida, que descompuso todo lo que ella con
tanto esfuerzo había planificado, definitivamente cosas nuevas estaban por
venir...
Y allí estaba él, eso era lo que más temía ella, porque no quería pensar que
entre tantos cambios uno de ellos fuera precisamente el amor de su vida, ella quería
seguir aferrada a pesar de todo, necesitaba a alguien que la escuchara, que la
alentara, que le prometiera que pasara lo que pasara iba a estar allí,
necesitaba un apoyo incondicional, alguien que la amara hasta que la muerte los separara.
Mientras ella se debatía en su nueva vida y la vieja vida, la confusión la
estaba matando, necesitaba que el milagro ocurriera, porque ella quería
salvar lo único que tanto amaba y ella sentía que se lo merecía, ella ya le
había hecho la promesa a Dios que si esta vez le concedía ese milagro iba a
cuidarlo por el resto de sus días sin importar cuanto costara, pero eso no solo
dependía de Dios necesitaba que él también deseara con todas sus fuerzas ese
mismo anhelo de una vida nueva junto a ella.
Entonces allí estaba ella, esperando que lo imposible se volviera posible,
que entre tantos cambios nuevamente alguien tomara su mano para seguir con esa
nueva aventura. Ella cerro sus ojos dando el último suspiro de esa noche y con
un corazón lleno de tanto deseo por ser feliz, le sonrió a la oscuridad con la
esperanza que mañana fuera un día mejor y con la noticia que el milagro se
había cumplido.
Jessi.
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