Quédate conmigo

Te acuerdas, un día llegas desesperado de la vida, con ganas de morirte y de desaparecer.
Yo tomé tú mano y suspiraste, me agradeciste que estuviera allí contigo, me abrazaste y puedo jurar que fue uno de los tantos abrazos cálidos en los que sentí mucha sinceridad.
Recuerdo que te aferraste a mi blusa, no tenías ganas de besarme, ni de acariciarme, querías una amiga y sin morbo alguna, te seguiste aferrando a mí, como si yo fuera el refugio que necesitaras, recostaste tu cabeza sobre mi hombro y hablaste de lo basura que te sentías en un mundo tan vacío, me dijiste que mucha gente era una mierda, que las personas ya no tenían corazón.

Recuerdo que volteaste tu cara viendo a mi cuello, sentí como reconocías mi aroma y como tus brazos se seguían aferrando a mí, tu sollozo se fue calmando, tenías tanto en tu cabeza que no estabas para tener una novia en ese momento, yo acariciaba tu espalda sin buscar nada más, quería que sintieras que yo podía ser esa amiga que puede escuchar, que puede entender, que puede dar consejos, que puede ser el refugio necesario para cualquier situación.

Te apartaste de mi para respirar mejor, seguías con tu cabeza viendo al suelo como si todo lo que pasara a tu alrededor era culpa tuya, tomaste mi mano entrelazando tus dedos con los míos, los apretaste y me miraste a los ojos, en ese momento note que te sentías triste, que necesitabas ayuda y por ti fui fuerte, saque a relucir mi mejor sonrisa, mi mirada más serena. Con tu otra mano tomaste mi rostro y besaste mi frente, apoyaste tú frente con la mía y en ese susurro de complicidad y de intimidad me agradeciste por quedarme contigo.

Esa noche te fuiste a tú casa y antes de irte besaste mi mano como todo un caballero, mientras miraba como te alejabas de repente corriste a mí y me besaste, me sentía enamorada, maravillada, tan perfecto, tan único, volviste abrazarme y esa noche comprendí en lo mucho que te amaría y viendo al cielo le rogué a Dios que fueras mío toda la vida.

Jessi.


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Sufrir por amor

¡Bájate de la Nube!

Envejecer es comprender que todo acaba

Traductor